Ser padres puede llegar a ser muy demandante y agotador. La mayoría de los progenitores están muy preocupados por ser “muy buenos padres” y ello los lleva a dejar de lado varios asuntos, entre ellos su relación de pareja. Es entendible que al final del día con las exigencias de la vida actual lleguen agotados a la cama con el solo deseo de descansar, sin haber dedicado un momento del día a la relación. Sin embargo, recordemos que la pareja es el ancla de la familia, ella puede ser ese refugio a donde llegar, compartir experiencias del día y tomar de nuevo energía.

Tomen en cuenta que los hijos de alguna manera “están de paso” algún día serán independientes. Y al final del camino estarán ustedes dos, por lo cual los lazos de pareja serán fundamentales para sostener la relación y poder volver a mirarse. Algunas parejas suelen darse cuenta después de mucho tiempo que ya no tienen una relación y que lo único que se encuentran compartiendo es la parentalidad.

¿Qué beneficios traerá a la familia alimentar la relación? Se esperan mejoras en la comunicación entre ambos, lo cual contribuirá a no terciar los mensajes mediante los hijos “dile a tu mamá/papá…” ello ayudará a diferenciar los temas de pareja de los referentes a parentalidad, para no involucrar consciente o inconscientemente a los hijos en la relación, ya que ello podría llevarles a experimentar bastante estrés y ansiedad.

Y sé que te debes estar preguntando ¿A qué hora? ¿Cómo lo hacemos?

1.- Identifiquen en qué etapa se encuentra la relación. ¿Cuáles son las necesidades de la relación? Tiempo, comunicación, pasión, proyectos juntos, etc.

2.-Establezcan momentos de encuentro para hablar de lo anterior y ambos aportar posibles soluciones. Recuerden qué les ha funcionado en otros momentos donde se han distanciado y aplíquenlo. Pero también hablen de lo que no ha funcionado y deben desechar. En este tiempo de pareja podrán encontrar y fortalecer los motivos que los unen más allá de los hijos.

3.- Compartir es muy importante, así que retomen esa actividad, música, lugar favorito que ambos disfrutan. Vayan a ese lugar donde se encontraron en la primera cita.

4.- Establezcan metas juntos, hablen de sus sueños y ejecuten planes. Pregúntate ¿cómo puedo ayudar a mi pareja a su realización? ¿Cómo me puede ayudar a mí?

5.- Dialoguen sobre sus acuerdos, ¿qué rol tiene cada uno en la relación y en la familia? ¿Cómo pueden mejorarlos? ¿Hay acuerdos que ya caducaron?

Sé que estar en pareja es un desafío y más con la llegada de los hijos que vienen a revolucionarnos como persona. Pero no olvides que el “éxito” o “fracaso” de una relación es de dos y ambos tienen la tarea de aportar a la relación.

Espero te sea de utilidad este artículo, recuerden ser constantes y priorizar su tiempo. ¡Éxito!