De las etapas por las que el ser humano pasa a lo largo de su vida, la adolescencia es, quizás, la más difícil debido a los cambios que los chavos experimentan a nivel físico y emocional.

En la adolescencia el proceso de individuación está siguiendo su curso y el desprendimiento que los chicos experimentan respecto de su niñez, les resulta doloroso y les genera conflictos que muchas veces no saben cómo manejar.

En esta etapa el adolescente responde más a las emociones que a la racionalidad, lo que le confunde y produce incertidumbre.

Con frecuencia los chicos suelen sentirse desarraigados e incomprendidos, por esta razón buscan puntos de referencia, que encuentran en sus iguales, lo que les ayuda a lidiar con aquello que les atormenta.

Cuando se trata de su primera relación sentimental, los papás deben mostrarse cautelosos, pues lo que la chica o el chico están experimentando, es el sentido de pertenencia en el noviazgo. Evitemos entonces, juzgar a su pareja, porque al ser su primera relación, ellos empiezan a construir una historia de aprendizajes y autoconocimiento.

Orientémoslos, escuchémoslos y busquemos cuidadosamente ubicarlos cuando consideremos necesario. Lo importante es que se sientan comprendidos, ya que esto les da mayor seguridad. Recordemos que la familia es el espacio donde deben sentirse amados, respetados e incluidos.