La llegada de un bebé a la familia es una gran noticia y como padres nos preguntamos cómo decirle a nuestros hijos que será hermano (a) mayor, cuál momento es el adecuado.

No hay una respuesta, todo depende de cómo es nuestro niño, cómo es la dinámica familiar y cuáles son las expectativas que se tienen, por ejemplo, si la familia deseaba desde hace tiempo tener otro hijo o el niño pedía tener un hermano.

Cada persona es única, por ende, necesitamos acciones únicas; además cada madre y padre conoce mejor que nadie a sus peques y su intuición les ayudará a encontrar, el tiempo y las formas para hacerlo.

El primer paso es al momento de comunicar el embarazo, se sugiere que sea cuando medicamente se establece la viabilidad del embrión, generalmente es después de las 12 semanas; existen varios libros para niños que dependiendo de la edad les explican el desarrollo del embarazo y el crecimiento del bebé.

Esta información es importante para saber cuáles serán las necesidades del nuevo miembro de la familia, como que necesitan comer, que tal vez no duerma toda la noche, que se comunicará a través del llanto y que por ello los papás le dedicarán más tiempo a ese pequeño bebé, lo que no significa que le dedicarán más amor y que la niña o el niño perderá el cariño de ellos.

La llegada de un bebé a la familia es una gran noticia y como padres nos preguntamos cómo decirle a nuestros hijos que será hermano (a) mayor, cuál momento es el adecuado.

Con este conocimiento se da inicio a la formación vínculo fraterno, generando empatía hacia este nuevo ser que necesita de mucha atención, cuidado y paciencia.

Ya que está próximo el nacimiento se puede decidir en familia, involucrando al niño, la ropa que se comprará, el nombre del bebé, decoraciones y se le puede pedir que elija dentro de sus pertenencias las cosas que le puede heredar al bebé; enseñándole la gratificación que implica el acto de dar, dar cuidado, dar amor.

Después del nacimiento y tomando en cuenta la edad de quien o quienes se convertirán en hermana, hermano mayor, a más edad pueden tener mayor involucramiento en el cuidado del bebé y se puede compartir tareas que le haga sentirse importante: preparar la ropa que se pondrá, cargar a bebé, incluso ayudar a cuidar de mamá.

Siempre y cuando la niña o niño este dispuesto a hacerlo, lo más importante es que tenga el deseo y la intensión de ayudar y si no quiere debemos respetar su decisión, recordemos que se puede sentir desplazado en atención, cuidado y/o cariño por el hermanito.

Por último, me permito recordarte mamá y papá que siempre que hagamos lo mejor que podamos debemos honrar nuestra labor en la crianza y aceptar que habrá momentos felices, de amor, pero también de cansancio, y malestar, no los evites y muéstrale a tu hija/hijo que también se valen, lo que no se vale es callarlos y manifestarlos con gritos, golpes o conductas impulsivas que hagan daño.