El nacimiento de un hijo es uno de los acontecimientos más importantes en la vida.  Este momento tiene que ser recordado como algo mágico y hermoso.

La base de esta filosofía es el respeto de los derechos humanos y del proceso natural y fisiológico del nacimiento. Se toman en cuenta las necesidades emocionales, culturales y sociales de la mujer y su pareja y se trata de favorecer un ambiente de paz, tranquilidad y seguridad.

El concepto de parto humanizado está basado en evidencia científica y actualmente está respaldado por organismos como la OMS, UNICEF, ACOG  y la Norma Oficial Mexicana.

Los principios básicos del parto humanizado son: Reconocer a la madre, el padre y su hija/o como los únicos protagonistas, no interferir rutinariamente en el proceso natural del parto y respetar los tiempos; solo intervenir ante una situación de riesgo evidente, reconocer y respetar las necesidades individuales de cada mujer y el modo en que se desarrolle esta experiencia, respetar la intimidad del entorno durante el parto y el posparto, brindar atención personalizada y continua en el embarazo, parto y postparto, favorecer la libertad de movimiento y posición de la mujer durante todo el trabajo de parto (en cuclillas, hincada, sentada, en el agua, o como desee), promover la relación armónica y personalizada entre la pareja y el equipo de asistencia profesional, respetar la decisión de la mujer sobre quién desea que la acompañe en el parto, favorecer el vínculo inmediato de la madre con su hija/o, evitando someterle a intervenciones o procedimientos innecesarios.

Los principios básicos del parto humanizado son: Reconocer a la madre, el padre y su hija/o como los únicos protagonistas, no interferir rutinariamente en el proceso natural del parto.

Como Pediatra- Neonatólogo te hago las siguientes recomendaciones:

Entre mejor te prepares, te conozcas y entiendas la fisiología del trabajo de parto será más fácil, esto lo puedes hacer por medio de algún curso prenatal o por medio de libros y lecturas confiables y actualizadas.

Escoge y conoce bien a tu equipo médico; si bien deben estar de acuerdo con tu idea del parto, debe ser alguien que te transmita confianza,  también deben de cumplir con la preparación necesaria para poder identificar alguna situación de riesgo y ser capaces de actuar adecuadamente si se requiere.

Al elegir un hospital pregunta si cuentan con una sala LPR (Labor, Parto y Recuperación). Este tipo de salas cuentan con todo lo necesario, desde equipo de monitorización para ti y tu bebe, baño con tina, sillón entre otras cosas, lo que permite que  vivan la experiencia con más intimidad y favorecen a que una vez que nazca tu bebe permanezca con su madre todo el tiempo. Por último  confía en ti, en tu cuerpo y en tu instinto nadie te conoce mejor que tú  y veras que todo saldrá excelente.