Nos han enseñado por generaciones a no pelear con las personas que amamos (o que deberíamos de amar por el simple echo de ser parte de nuestra familia) pero es irónico observar que las peleas más acaloras de las que tenemos recuerdo es con alguien que queremos demasiado y que es parte fundamental de nuestras vidas.

Las peleas de hermanos son un tema recurrente cuando hablo con madres y padres de familia, todos ellos quieren evitarlas y la mayoría han hecho de todo sin obtener resultados, por eso hoy aquí te voy a dar algunos consejos para manejar este tema con mas efectividad.

Primero que nada, recuerda una cosa: todos los humanos tenemos emociones tanto positivas como negativas. Por mas que queramos que nuestros hijos vivan un mundo de caramelo con solo felicidad y alegría recordemos que son humanos y también experimentaran enojo, tristeza, celos etc.

Juan tiene 6 años y está jugando con su pelota, entonces llega su hermano Luis de 8 años y en un intento por jugar patea la pelota tan fuerte que esta sobrepasa la barda y cae en la casa del vecino, Juan siente mucho enojo y entonces golpea a Luis y ahí se desata una pelea.

Por lo general los padres nos enfocamos mucho mas en las acciones “Juan y Luis se están peleando” y muy poco en las emociones “Juan y Luis están muy enojados” La emoción “enojo” existe y no debemos satanizar o ignorar las emociones en los niños.

Nuestro trabajo como padres es darles herramientas para que sepan vivir sus emociones y sepan expresarlas del modo correcto. Sentir enojo está bien, pero está mal expresar el enojo a golpes. Ese es el punto que debemos tocar con nuestros hijos antes de cualquier otra cosa.

Aquí está el secreto del por qué los hermanos se pelean demasiado, los niños están aprendiendo a manejar y comunicar sus emociones y es con los hermanos con los que “practicamos” las formas de como hacerle saber al mundo lo que sentimos.

Cada vez que tus hijos se estén peleando, sienta con ellos y hablen de sus emociones, dales herramientas alternativas para expresar su enojo, celos, tristeza etc. Nunca ignores las emociones de tus hijos ya que estas son las promotoras de casi todas sus acciones.

Los niños están aprendiendo a comunicar lo que quieren y sienten, la próxima vez que Juan este muy enojado sabrá que existen más formas de liberar su enojo, pero para eso papá y mamá deberán hacerle saber que están bien sentirse enojado y se vale.