Podríamos decir que el nacimiento de un humano siempre será “prematuro”, esto es por que el desarrollo del cerebro humano se realiza en gran parte fuera del útero. La mayoría de los animales a su nacimiento ya tiene la capacidad de autoabastecimiento, en un humano esto se logrará aproximadamente a los 18 meses, mientras tanto, el desarrollo debe de realizarse en condiciones muy parecidas a las que tiene dentro del útero. La madre juega un papel crucial en el cuidado de este nuevo bebé brindándole tranquilidad, confort y alimento hasta que sus sistemas neurobiológicos maduran sus funciones.

Los primeros meses de vida, especialmente los tres primeros meses, el nuevo bebé se encuentra vulnerable en su estado de salud y la capacidad de manifestarse se encuentra limitada, por ello, es importante conocer los datos de alarma que nos pueden ayudar a saber cuándo un recién nacido puede tener un problema que ponga en riesgo su integridad o su vida.

LLANTO: El llanto es el lenguaje de su bebé, le permite pedir ayuda cuando tiene hambre o se siente molesto. También le permite conectarse con los sonidos o sensaciones intensas para él y le ayuda a tranquilizarse.
Estas son algunas de las causas más frecuentes por las que llora un recién nacido sano:

  • Hambre
  • Necesita eructar
  • Frío o calor
  • Ha orinado o ha evacuado
  •  Tiene ropa o posición incómoda
  • Tiene ganas de que lo arrullen o que lo dejen tranquilo
  • Tiene obstruida la nariz con moco

Algunas de las técnicas que ayudan a consolar son las siguientes:

  • Arrúllelo en brazos o en mecedora
  • Acaríciele suavemente la cabeza o dele palmaditas en la espalda
  • Arrópelo o envuélvalo ajustado
  • Háblele o cántele
  • Póngale música suave
  • Paséelo un rato en brazos o en el auto
  • Expóngalo a un ruido rítmico o a una vibración
  • Hágalo eructar
  • Un baño tibio
  • Déjelo solo

Los recién nacidos lloran entre una a cuatro horas diarias
Cuando no se logra consolar el llanto, ese será uno de los principales datos de alarma, sobre todo si se acompaña de otros datos que ameritan atención inmediata como son:

  •  No come bien.
  • Tiene vómitos frecuentes
  • Se pone morado, no respira bien o tiene tos
  • Tiene color amarillo en los ojos o en la piel
  • Está frío o caliente.
  • Temperatura menor a 36.5 o mayor a 38 grados
  • Tiene movimientos anormales
  • Tiene sangre en las evacuaciones
  • Si el cordón umbilical sangra o está rojo alrededor

Existen también otro dato que debemos considerar y es el “sexto sentido”. El sentido materno. Si usted nota que algo no está bien y considera que su bebé requiere una valoración no lo dude y acuda con su pediatra. El instinto materno siempre será un pilar en el cuidado de los bebés.

Y recuerde que, en los casos de urgencia, puede contar con el grupo de pediatras de Neosano las 24 horas.

Por: Dr. Pompeyo Pérez Marín Pediatra Neonatólogo Egresado del Hospital Infantil de México