La familia es considerada como el elemento más importante en la sociedad, su estructura protege a los miembros que pertenecen a ella; es un organismo vivo, tiene una historia un nacimiento y un desarrollo; un ciclo vital que pasa por diferentes etapas (Matrimonio, llegada de los hijos, formación y educación en las funciones sociales y sexuales, dejarlos ir a formar su propia familia y sus proyectos de vida, nido vacío y por último el reencuentro).

Si la familia cumple con estas funciones será una familia sana o nutricia, si se detiene o fracasa en alguna de sus funciones, la familia vive en conflicto, se enferma, la estructura se pierde, porque cada miembro tiene su lugar y su función en el subsistema a que pertenece.

En el núcleo de la familia se aprende a interactuar, a relacionarse dentro y fuera de ella con otras personas, entonces cuando en la familia hay conflictos en la pareja y/o en la función de ser padre y madre (no poner límites, dificultad para verse a sí mismos como autoridad, no ejercer esa autoridad y denigrarse como padres ante los hijos) y si se agrega que el padre o la madre consumen alcohol o algún otro tipo de sustancia, el o la joven tienen cierto riesgo de caer en el mismo patrón de consumo, si ambos progenitores consumen alcohol u otro tipo de sustancia, la probabilidad aumenta considerablemente.

Se debe tener en cuenta que la adicción es una enfermedad bio-psico-social; bio se refiere a que existe una predisposición genética hacia la adicción, y lo psico-social alude al área mental, emocional y de relaciones; la principal influencia en estas últimas áreas viene de la familia; por lo tanto, los hijos e hijas de padres y/o madres que consumen alcohol por ejemplo pueden tener un comportamiento extremo respecto al patrón adictivo: repiten el mismo patrón de sus progenitores o no beben una sola copa. Otros comportamientos de los integrantes de una familia con adicción, es que pueden ser consumidores o desarrollar formas insanas de lidiar con él o la adicta, basadas en la lógica adictiva que aprendieron en el hogar, estas personas llamadas codependientes, establecen relaciones con otros u otras adictas perpetuando el sistema familiar insano.

Las adicciones, son formas de abuso, cuando el padre, la madre o ambos consumen alcohol u otro tipo de sustancias, impiden que los niños crezcan en un ambiente sano, el abuso puede ser de diferentes tipos:

  • Intencional: puede herir, física, emocional, verbal o sexualmente.
  • Negligencia: desatender es una forma sutil de abuso, un niño o niña necesita amor, confianza, que interactúen con él o ella, la negligencia genera que su autoestima no crezca en un nivel saludable.
  • Avergonzar: es una forma de descalificar en esta familia.
  • Las miradas desaprobatorias: humillan con silencio, o palabras altisonantes.
  • Las bromas constantes: sobrenombres para señalar características físicas o formas de ser se convierten en una tortura emocional.
  • Inconsistencia: la confusión es el principal elemento, lo que es válido un día al otro no, se miente, se niega no hay respuestas sanas.

Tomando en cuenta lo anterior, podrás responder la interrogante, una persona adicta ¿nace o se hace?

Finalmente hay que recordar que en caso de que alguien cercano esté viviendo un proceso adictivo es importante solicitar información de un profesional para saber qué hacer o cómo ayudarlo.

Por: Mtra. Erika G. Cervantes Ramos
Psicoterapeuta Integral en Adicciones
Núm. Cel. 4433693853
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