La adolescencia es una etapa de la vida muy importante en la que los y las jóvenes inician el aprendizaje  más observable respecto a su independencia y autonomía y desean imponer sus propios objetivos.

Hay padres que piensan que sus hijos son muy inmaduros y que por eso no les pueden dar tanta libertad, sin embargo, tus hijos pueden ser inmaduros precisamente porque se les ha dado poca libertad, es decir, sin confianza un hijo o hija adolescente no podrá madurar.

Tu hijo o hija adolescente es quien tendrá que demostrar que se puede confiar en esa libertad que se le está otorgando.

Las normas de disciplina deben acoplarse no solo a la edad de un joven, sino a su comportamiento, madurez emocional, capacidades y comprensión según su desarrollo.

Existen varios factores a considerar respecto a cuanta libertad otorgar a tus hijos e hijas adolescentes, a continuación te refiero dos de los más importantes.

Encuentra equilibrio y aumenta la libertad gradualmente

Si observas que tu hijo (a) respeta los horarios establecidos para la hora de llegada a casa cuando se le otorga permiso para salir con una persona en especial o amigos, si te dice la verdad, si ordena su recámara, si regula el uso de aparatos electrónicos tal y como lo han establecido en casa, etc. podrás ser más flexible con respecto a las oportunidades que te solicita. No intentes controlarlo (a) de forma rígida porque estarías saboteando su autoconfianza y en consecuencia su independencia y autonomía. No olvides que tus hijo(a)s  necesitan oportunidades, e incluso cometer errores, para aprender, madurar y entender que los actos tienen consecuencias. Siempre teniendo presente salvaguardar su integridad y seguridad.

Has uso de la comunicación bidireccional

Al igual que los adultos, los adolescentes prefieren contarle lo que les sucede a sus amigos o amigas por que no se sienten juzgados o señalados, nosotros como adultos en ocasiones tendemos a omitir u ocultar información a nuestros seres queridos por la misma razón. Los adolescentes deben saber que pueden hablar de cualquier tema con sus padres, y que pueden acudir a ellos para resolver sus inquietudes. Si tu hijo es honesto contigo, es importante que trates de comprenderle desde su realidad y no desde la tuya, entenderlo y sobre todo orientarlo sin juzgarlo.

En vez de decirle qué hacer, pregúntale qué es lo que considera sería lo mejor, y razona con él o ella cada acción, así como las ventajas o desventajas que conlleva tomar determinadas decisiones.

Recuerda que el apoyo y la comunicación en familia en esta etapa es fundamental, discutir las situaciones y problemas de una manera democrática y no impositiva propiciará un ambiente donde se observarán adolescentes autoconfiados, con altos niveles de autoestima y una independencia responsable.